Existen negocios que surgen cuando el propósito personal se alinea con una necesidad colectiva. La doctora Esperanza García Fulgencio lo demuestra: dejó un camino estable en la medicina para fundar la Clínica ESGAF en Madrid, un espacio dedicado a la ginecología estética que restaura no solo funciones físicas, sino la confianza de las mujeres. Ella es la protagonista de un Martes del Emprendimiento en el que releva al CEO del Instituto de Emprendimiento Avanzado, Wilfredo Jurado, cuál es el verdadero motor de su emprendimiento en salud: el impacto directo sobre las personas.
La decisión de emprender no siempre llega con un plan detallado, en este caso se tradujo en realidad mediante una intuición clara. La Dra. García recuerda como el libro “Piense y hágase rico” fue el catalizador que la impulsó a buscar su propósito más allá de un salario fijo. “Siempre sentí que emprender era lo mío”. En lugar de permanecer en empleos ajenos, optó por canalizar su formación en ginecología y obstetricia hacia un modelo propio en el que aúna la salud funcional y la estética postparto, un área en el que atiende a mujeres, algunas de las cuales presentan secuelas emocionales y físicas.
Wilfredo Jurado, al frente de la conversación, exploró las raíces del porqué de este emprendimiento en salud. La doctora, originaria de Santo Domingo, completó su carrera allí y realizó el equivalente al MIR con una de las mejores notas. Su llegada a España en busca de especialización marcó el inicio de una adaptación que combinó disciplina profesional con visión empresarial. Trabajó en quirófanos durante la residencia. Esta experiencia en partos complicados le mostró la necesidad de soluciones integrales que abarcaran lo estético.
Pasos clave para emprendedoras en salud
El tránsito de empleada a lanzar un emprendimiento en salud requirió de varios años. En este tiempo trabajó en centros sanitarios que le sirvieron para ahorrar capital y aprender protocolos. “Sentía que había algo más, que podía aportar una visión diferente“. De esta idea nació ESGAF un espacio en el que refleja su enfoque en la medicina ética y donde el bienestar guía cada decisión.
La clínica, ubicada en Madrid, integra tecnologías como el láser para tratamientos no invasivos. Estas opciones resuelven incontinencias o laxitudes postparto, permitiendo a las pacientes retomar actividades en días. La doctora enfatiza que garantizar que las mujeres no solo se sientan bien por los resultados sino además por el empoderamiento que sienten al salir de una sesión.
El origen de su interés por la ginecología estética viene de su práctica inicial en la que atendía partos completando el tratamiento con una recuperación integral. Al llegar a España, descubrió herramientas avanzadas que permitían unir salud y estética. “Quería que las pacientes salieran bien física y emocionalmente”.
Su satisfacción profesional proviene de los cambios que ve en sus pacientes. Muchas clientas llegan con complejos acumulados durante años, limitando su vida diaria o de pareja. Tras sesiones, recuperan autoestima y seguridad, un ciclo que se extiende a su entorno. Para la Dra. García, esta transformación justifica el esfuerzo inicial.
Obstáculos comunes y cómo superarlos
Montar una clínica implicó navegar regulaciones sanitarias y financieras en España. Por ello Esperanza ahorró durante años en empleos previos, pero el mayor reto fue mantener la ética ante presiones comerciales. “No quería seguir el camino convencional“. ESGAF nació como un reflejo de su filosofía: unir lo médico, empresarial y humano sin compromisos. Un hecho que destacó Jurado y que engloba a muchos emprendedores para los que su objetivo es “dejar huella, ayudar, transformar vidas”.
Otro de los obstáculos a los que se enfrentó fue la adaptación cultural y profesional. Tras la residencia en neumología inicial, pivotó a ginecología por su afinidad con la obstetricia. Horas extras en quirófano forjaron su dedicación, pero también revelaron la necesidad de innovación. En el láser vio el potencial para realizar tratamientos accesibles a través de terapias mínimamente invasivas.
Crecimiento sostenible en el emprendimiento en salud
La expansión de ESGAF se planea con cautela. La doctora prevé consolidar protocolos internos antes de crecer. “Primero, fortalecer la calidad y la atención”, explica. El método ESGAF, enfocado en empatía y técnica, se compartirá mediante formación a profesionales afines.
Dentro de diez años, ESGAF aspira a ser referente en ginecología estética, con énfasis en formación. La doctora García ve la expansión como difusión de conocimiento, no solo geográfica. “Queremos enseñar a otros a tratar con respeto, empatía y técnica”.
Como es recurrente en estas sesiones, Wilfredo Jurado, quiso que la invitada aportase algunos consejos para quienes dudan en lanzar su proyecto. “Que crean en sí mismos”. Ante dudas y críticas, la convicción en el propósito atrae recursos. “Si trabajas con disciplina y fe, los recursos llegan”. En salud, donde la validación regulatoria demora, esta mentalidad acelera el progreso: emprendedores en salud logran hitos enfocándose en prototipos mínimos viables, como consultas piloto.
El cierre de la entrevista incluyó un ejercicio de 30 segundos. Que le daría la doctora a un emprendedor vacilante. La respuesta fue contundente: “Emprender vale la pena si lo haces con propósito, honestidad y amor”.
Ver la entrevista completa.