Emprender es más que crear una empresa. Así lo han demostrado María Caballero y Alejandro Junquera en el primer aniversario de los Martes del Emprendimiento en el vivero INNPAR de Pozuelo de Alarcón. Bajo la guía de Wilfredo Jurado, CEO del Instituto de Emprendimiento Avanzado, descubrimos cómo aprender a emprender aprovechando cada recurso a su alcance.
María Caballero no siempre visualizó su futuro como emprendedora. “Yo estaba trabajando en una empresa grande y, de repente, me quede sin trabajo. Es un momento de decir: ¿y ahora que hago?” Sin un plan definido ni experiencia previa, encuentra refugio en programas como Pozuelo Activa Talento y el vivero INNPAR. “No es que tuviera una idea fija, simplemente quería hacer algo que me llenase”. Así nace Apicar Sin Arrepentimiento. Con más de una docena de cursos a sus espaldas, desde marketing hasta logística, María demuestra que aprender a emprender es posible a través de la formación constante y del apoyo que busca en sus colaboradores.
Por su parte, Alejandro Junquera, con tan solo 22 años, también rompe moldes. La idea de emprender surgió tras hacer el Camino de Santiago “Ahí digo: voy a montar algo mío”. Deja atrás un fondo de inversiones y, sin saber programar, se lanza a diseñar el software de VasEnBus, una plataforma que revoluciona el transporte colectivo. “No tengo ni idea de programación, pero me pongo a aprender porque es lo que necesita mi idea”. Su juventud y falta de experiencia no lo detienen; al contrario, lo impulsan.
Sus caminos, aunque diferentes, transmiten una misma lección: no se trata de saberlo todo, sino de querer aprenderlo.
Aprender a emprender
María teje su emprendimiento con su comunidad. En su puesto del mercadillo de Pozuelo, los productos artesanales son solo el comienzo. “Me gusta el contacto con la gente, que puedan probar los productos, que me pregunten cómo usarlos en una receta”. Confía en proveedores locales que comparten su pasión, y ese vínculo es el que da sentido a su proyecto. Aprender a emprender, para ella, es mirar más allá de los números y construir algo que une.
En VasEnBus no solo optimiza rutas compartidas, sino que fomenta colaboración entre empresas y usuarios. “Tienes que hablar con la gente, entender qué necesitan de verdad”. Para quienes dan sus primeros pasos, recuerda : el éxito no vive en el producto aislado, sino en las necesidades que resuelve.
“Emprender es arriesgar, y hay que saber qué estás dispuesto a perder. Yo pierdo estabilidad, pero gano libertad”, dice Alejandro. Su plataforma, tras innumerables ajustes, está a punto de despegar. Aunque ha cambiado mil veces el plan, cada cambio le acerca más a lo que funciona”. Aprender a emprender se convierte, para ambos, en calcular riesgos, pivotar sin miedo y avanzar a pesar de las dudas.
“Hay que echarle ganas, buscar soluciones y no rendirse”
El camino de María no siempre ha sido recto. “Hay días que pienso: ¿esto va a funcionar? Pero no puedo quedarme parada, tengo que seguir buscando cómo mejorar”. Su amor por la gastronomía da vida a un negocio que evoluciona constantemente, listo para saltar al mundo digital. Esa capacidad de adaptarse, de ver los errores como oportunidades, es su fuerza silenciosa.
Sus voces convergen en un mensaje claro: el aprendizaje continuo, las conexiones auténticas y la adaptabilidad sostienen cada paso. “Hay que echarle ganas, buscar soluciones y no rendirse”, sentencia María. Alejandro completa: “Si no te lanzas, nunca sabrás si funciona. Habla con la gente, prueba y ajusta”.
Para ellos el emprendimiento es un trayecto de altibajos, pero también de recompensas. Aprender a emprender es descubrir quién eres, qué puedes ofrecer y cómo puedes cambiar lo que te rodea.