Emprender, para muchos, puede ser un proyecto individual o realizado entre socios, pero hay quienes deciden emprender en familia, aprovechando la confianza y el conocimiento compartido entre generaciones. Este es el caso de Miguel Ángel Poveda y su familia, quienes han logrado crear un producto novedoso en el mercado español: vino en lata, bajo la marca Las Cuatro TTTT (talento, trabajo, tenacidad y trabajo en equipo). La idea es simple: ofrecer un vino en un formato moderno, práctico y aunque dirigido a todos los públicos, enfocado especialmente a la generación millenials, con un enfoque en la sostenibilidad.
Poveda ha compartido, en una sesión de los Martes del Emprendimiento dirigida por el CEO del Instituto de Emprendimiento Avanzado, Wilfredo Jurado, su experiencia sobre lo que significa emprender en familia y cómo su empresa ha sabido aprovechar las sinergias que se dan cuando se trabaja en un entorno familiar.
El origen de una idea
En el caso de Las Cuatro TTTT, la idea de emprender en familia surgió casi de manera espontánea. Se dieron cuenta de que el vino, aunque muy arraigado en la cultura española, no siempre resultaba atractivo para los jóvenes. “Notamos que los jóvenes prefieren bebidas como los refrescos o la cerveza”, comentó Miguel Ángel. De esta idea partió la iniciativa de reinventar el formato tradicional del vino para que fuese más accesible y llamativo para las nuevas generaciones.
El resultado fue un vino frizzante con un 5.5% de alcohol en lata: “una bebida de momentos”. Este formato, popular en otros países, pero poco explorado en España, permite tomar vino de una manera más informal, sin la necesidad de descorchar una botella o utilizar copas, lo que facilita que puedas llevar la bebida y disfrutarla en cualquier lugar. Además, la lata es más fácil de reciclar y tiene una menor huella de carbono en comparación con el vidrio, según explicó.
Para hacer este concepto realidad cada miembro de la familia aportó su visión y conocimientos: Miguel Ángel, el padre, su experiencia, mientras que sus hijos, de generaciones millennial y Z, contribuyeron con una comprensión de los gustos de los consumidores jóvenes.
La clave del trabajo en equipo
Emprender en familia no está exento de desafíos. Uno de los principales retos a los que se enfrenta cualquier empresa de estas características es la distribución de roles y la gestión de las diferencias de opinión. “Las decisiones las tomamos en conjunto, aunque a veces eso implique largas conversaciones y debates”. Sin embargo, destacó que uno de los factores clave para el éxito es que cada miembro de la familia tiene un rol claramente definido dentro de la empresa.
Su hijo, por ejemplo, se encarga de la gestión comercial y la organización de eventos. Según explica, tiene una gran capacidad para relacionarse con distribuidores y organizar degustaciones, lo que ha sido crucial para dar a conocer el producto en mercados locales y nacionales. Por otro lado, su hija está más involucrada en el diseño del producto final. Al tener distintas áreas de enfoque, logran complementar sus habilidades.
Además, este sistema les ha permitido desarrollar una cultura basada en la confianza mutua y el respeto por las opiniones de cada uno. “Aunque somos una familia, en la empresa tenemos que ser profesionales. Eso significa respetar las opiniones de todos y confiar en que cada uno sabe lo que está haciendo en su área”, comentó. El trabajo en equipo, según él, ha sido el motor que ha impulsado su proyecto desde el inicio.
Consejos para nuevos emprendedores
Aprovechando la experiencia de Miguel Ángel Poveda, el CEO del Instituto de Emprendimiento Avanzado, le pidió algunos consejos para esas personas que están pensando en lanzarse a un emprendimiento.
Entre sus tips destacó la importancia de identificar y luchar por el talento propio, enfatizando que la constancia, la tenacidad y el esfuerzo son clave en cualquier proyecto. Otros de los consejos que recalcó fue la necesidad de rodearse de un buen equipo, capaz de complementar habilidades y trabajar en conjunto, y la necesidad de no perder nunca la ilusión, ya que los tropiezos y las dificultades forman parte del camino. “En España, el fracaso está mal visto, pero en Estados Unidos y otros lugares, el que más ha fracasado es quien más éxito tiene”, comentó, animando a los emprendedores a ser resilientes y estar preparados para pivotar sus ideas cuantas veces sea necesario.
Para Poveda, no hay que temer al fracaso, sino verlo como una oportunidad de crecimiento. “Los que nos llaman pequeños locos somos los que vamos a mover el mundo”, añadió con optimismo, recordando que la clave está en seguir adelante, sin importar los obstáculos.